Cómo elegir las barras de cortina
Las barras de cortinas se han convertido en un complemento indispensable en la decoración de nuestras ventanas. Esto es debido sobre todo a una tendencia en decoración que se ha impuesto con claridad, la sencillez, que ha traído como consecuencia el panel japonés y los estores de líneas rectas, bien sea confeccionados con tejidos tradicionales tipo visillo o con tejidos técnicos.
Pero a pesar de las tendencias nada ha desbancado del nº1, a la hora de vestir las ventanas, a las cortinas. La elegancia del vuelo, el gusto por la caída de las ondas de una cortina de calidad bien confeccionada. Lo que sí ha ocurrido es que la sencillez también se ha impuesto a la hora de elegirlas y si hace unos años se imponían pesadas sobrecortinas de tapicerías y doseles rematando el conjunto en la parte superior. Ahora se ha impuesto la cortinas sencilla o acompañada por una sobrecortinas ligera.

Esta tendencia se ha visto acompañada por el resurgimiento de las barras de cortina como principal soporte, sustituyendo al riel, que es un elemento práctico, que no aporta nada estéticamente y que antes quedaba oculto detrás de los doseles o bandós.
La desaparición de los doseles en las ventanas hace que se necesite un elemento más decorativo que soporte las cortinas y nos permita correrlas con facilidad. Ahí es donde la barra adquiere un protagonismo fundamental.
Las barras de cortina son un elemento decorativo de primera magnitud que remata el montaje de los visillos en las ventanas, dando su propia personalidad a todo el conjunto y que por lo tanto requiere la misma atención a la hora de elegir que la que ponemos cuando elegimos el modelo del visillo.
La elección de las barras de cortina requiere una atención especial debido a la gran variedad de colores, materiales y remates que existen en el mercado. Para elegir bien lo primero que hay que tener en cuenta, aunque parezca paradójico, es que el visillo elegido no influye en la elección de la barra. Lo fundamental es el tipo de ambiente que queremos dar a nuestro salón o dormitorio.

Las barras de madera deben conjuntar con el color de los muebles. La gran variedad de tonos y remates que disponibles nos permiten acompañar las cortinas en el ambiente más clásico con barras barnizadas en color caoba, pino, cerezo etc. O bien elegir colores mates y remates modernos para dar conseguir un ambiente desenfadado y juvenil en los dormitorios de los niños.

Las barras cuando son metálicas también están muy relacionadas con las lamparas porque están en la misma línea visual, pegadas al techo, de forma que si ya tenemos unas lamparas color acero, debemos buscar tipo de barras. Igualmente, si ponemos las barras metálicas antes que las lamparas, luego tenemos que poner cuidado al elegirlas para que queden perfectamente armonizadas.

Para ambientes modernos, las barras color acero o los nuevos tonos de barras doradas envejecidas y dorado lijado, lejos de los dorados clásicos del latón, también son una buena opción que combinadas con las lamparas nos dan muy buenos resultados estéticos.
Para ambientes rústicos existen barras de forja en diferentes tonalidades. O barras de madera con acabados mate, sin brillo, que nos acompañaran perfectamente con el mobiliario rústico de nuestra bodega.

Para dormitorios infantiles las barras de madera lacadas en colores divertidos acompañados de remates divertidos pensados para los niños, nos permiten mantener acompañar el ambiente de las habitaciones de los pequeños de la casa perfectamente.
La gama de barras de cortina es tan extensa como nuestra imaginación a la hora de vestir las ventanas. Tenemos barras con remates de los equipos de futbol, barras con remates luminosos, con remates de swarovsky, con remates de cuero… Por haber, hay barras hasta con motivos navideños.
Espero que estos consejos le sirvan de ayuda a la hora de elegir bien la barra de sus cortinas. Si tiene alguna duda o sugerencia envíanosla y con mucho gusto le contestaremos.
Muchas gracias por su atención. Un saludo
Javier Castaño











Además de su función principal, la higiene personal, en su elección influyen también otros factores que tienen que ver con nuestros gustos y con el uso que se les va a dar.
El grosor de las toallas se mide en GSM, gramos por metro cuadrado. Cuanto más grosor tenga más aumenta su capacidad de absorción y su durabilidad. A partir de los 450 gr/m estamos hablando de una buena toalla. Las toallas para nuestra casa, para nuestra familia, no deberían tener menos grueso, esto nos asegurará su suavidad y confort durante muchos años de uso. Una toalla de 500 gr/m con un algodón de calidad no se rompe nunca. La cambiaremos el día que nos aburramos de verla o cuando los lavados empiecen a notarse en los colores que con el tiempo pierden fuerza y dan aspecto viejo, pero la toalla seguirá secando y tendrá la suavidad del primer día.
El segundo es un motivo importante que tiene que ver con la ecología y el medio ambiente. Las toallas de un hotel se lavan prácticamente cada día, y la cantidad de jabón agua y luz que se utiliza para su lavado en menor en caso de que sea una toalla fina, esto reduce el consumo y la cantidad jabón que se vierte a las alcantarillas, aunque la toalla seque un poco menos, en mi opinión, esta ventaja supera el inconveniente.
Para solucionar este problema lo primero que hacemos es ir a una empresa especializada en persianas y solicitar una solución. Esta solución suele tener a veces un inconveniente principal, hay que volver a meterse en obras. También suele ocurrir que falta espacio para insertar el cajón donde va enrollada la persiana y no se pueda poner.
que evita hacer taladros en el cerco de forma que no se daña la ventana, ni afecta al puente térmico. Y si por cualquier motivo hay que quitarla, porque ya no hace falta, no deja huella en la ventana.
Otra ventaja adicional se deriva del poco espacio que ocupan, el cajón superior sobresale 4 Cm.


El problema de la limpieza lo han solucionado las moquetas lavables cuya principal diferencia con las moquetas o alfombras tradicionales es que la base está fabricada con Polipropileno, al igual que el resto de la moqueta, en vez de ser de Yute o de algodón. Esto permite mojar la alfombra sin que la base encoja evitando de esta forma que la moqueta se deforme y le salgan arrugas y bolsas. Cuando se seca después del lavado queda exactamente igual que antes.
Hace años las ventanas se vestían con doseles y sobrecortinas de tapicería que se combinaban perfectamente con los tapizados en los salones o con los edredones en los dormitorios. La nueva tendencia consiste es decorar con algo a medio camino de estas cortinas tapiceras tan pesadas y la sencillez de la cortina sola. Y surge la idea de volver a poner sobrecortinas, pero en lugar de hacerlas con tapicerías, estas sobrecortinas se hacen con telas de visillo. Para ello han aparecido en el mercado visillos con colores fuertes, lisos o estampados, con rayas o con dibujos vintage con regusto por lo clásico. A esta tendencia le llamamos la sobrecortina ligera.
Esto permite por ejemplo, combinar los distintos juegos de fundas nórdicas que utilizamos en un dormitorio con las 







