Decorar con persianas verticales
Decora tu hogar con las persianas verticales consiguiendo la cantidad de luz deseada
Las persianas verticales de lamas, o persiana Girasol como se conocía hace años, durante muchos años ha sido utilizada en oficinas para vestir las ventanas. Todo el mundo las ha visto en las oficinas de los bancos, cubriendo grandes cristaleras.
En los últimos años, con la revolución de los tejidos técnicos fabricados a partir de poliéster y fibra de vidrio, que han ampliado enormemente la gama de tejidos disponible para la fabricación tanto de persianas verticales, como de estores enrollables o paneles japoneses, las persianas verticales han entrado con fuerza como alternativa a la decoración de las ventanas de nuestros hogares.
La principal característica de este tipo de cortinas es la posibilidad de graduar la luz accionando la cadena que gira las lamas, de forma que sin necesidad de abrir la persiana, con la consiguiente pérdida de intimidad, se puede graduar la cantidad de luz que entra en la habitación.
La gran variedad de tejidos y diseños disponibles nos permite adaptar esta forma de decorar las ventanas a cualquier ambiente, ya sea moderno, o con estética más clásica. Eso sí, las persianas verticales requieren ventanas y paredes más bien grandes, ya que, aunque se fabrican en cualquier medida, lucen el doble en espacios amplios.

Existen en el mercado 3 anchos de lama, 89 mm, 127 mm, y 250 mm, cuanto más estrecha sea la lama mejor se puede regular la luz y menos espacio se necesita para su instalación. Hay que tener en cuenta que a la hora de medir tenemos que dejar espacio suficiente para que la lama pueda girar.
El ancho de 250 mm queda espectacular, creando un efecto a medio camino entre la persiana vertical y el panel japonés, pero requiere de espacios grandes, donde utilizar 25 cm para las cortinas no nos influya negativamente en los espacios cercanos a las ventanas.
A la hora de elegir los tejidos que mejor nos van a quedar en nuestro hogar, no tenemos que pensar en un sólo diseño, la combinación de lamas de distintos colores o texturas nos permiten posibilidades muy divertidas, y además como las lamas son muy fáciles de intercambiar a lo largo del carril, podemos jugar con su posición y variar la estética de nuestras cortinas a nuestro gusto cuantas veces queramos.
Empezar la persiana con 6 u 8 lamas de un color fuerte a cada lado y contrastar con lamas de colores claros en el centro, nos recordará el efecto de la cortina con sobrecortinas de toda la vida, y si tenemos varias ventanas seguidas el resultado del contraste de colores queda aún más bonito.

Otra combinación de colores que también queda muy original consiste en buscar distintos tonos de color dentro de una misma gama y combinar las lamas de más oscura a más clara, buscando un efecto degradé que queda absolutamente espectacular.
Las posibilidades de combinación no acaban sólo con la combinación de lamas, también se pueden combinar distintos colores y texturas en cada lama, haciendo una o varias divisiones horizontales, las uniones entre distintas lamas se hacen mediante unas placas de empalme decorativas, que también se pueden personalizar al gusto de cada uno. En este caso recomendamos poner los colores más claros en el centro, para aprovechar al máximo la luz.
Otra posibilidad de las persianas verticales es la estampación digital. Al igual que en estores enrollables o paneles japoneses, la estampación digital también ha llegado a este tipo de cortinas. Sólo que en este caso el proceso es un poco más complicado, porque las lamas se cruzan entre si unos centímetros, que a la hora de estampar hay que tener en cuenta para que el efecto final sea el adecuado.
Además si queremos dar un toque más clásico a nuestra ventana podemos combinar la persiana vertical con sobrecortinas textiles de toda la vida. De esta forma podemos combinar a la perfección nuestras tapicerías y alfombras con las cortinas. Si además añadimos una galería en la parte superior que nos oculte el carril y rieles conseguiremos unas cortinas supermodernas de lamas, con el efecto retro que darán las sobrecortinas, todo ello conjuntado con el resto de la decoración de nuestro salón.
Las posibilidades de las persianas verticales son infinitas. Si quiere que le demos ideas sobre cómo ponerlas en práctica su casa, visítenos en nuestra tienda de la C/ Jose Zorrilla en Segovia y le ayudaremos a elegir la mejor opción para su hogar.
Un saludo
Javier Castaño


En el medio se pone la capa oscurante, una tela negra y opaca que queda completamente oculta a la vista una vez confeccionada la cortina.
El uso mayoritario de estas telas en la hostelería ha traído como como consecuencia que la mayoría de los tejidos oscurantes estén fabricados con fibras sintéticas ignífugas como la Trevira, para evitar la propagación de las llamas. De esta forma se cumple con la normativa vigente que exige tejidos ignífugos en las cortinas de los establecimientos públicos.
El primer tejido oscurante que salió al mercado hace ya cuatro o cinco años tenía el aspecto del raso, liso y ligeramente brillante. Ante el éxito que tuvo este primer diseño, han ida saliendo al mercado distintos acabados y se ha ampliado considerablemente la gama de colores.
Se deben evitar las alfombras de pelo excesivamente alto, donde se traban los juguetes y se pierden las piezas más pequeñas. Además, entre las hebras altas es más fácil que se oculten objetos demasiado pequeños, que en niños de corta edad puede suponer un peligro.



El otro sistema es el motor vía radio. Es motor se maneja desde un mando a distancia que no necesita cables y además se puede programar. Es la opción más utilizada actualmente por su facilidad de instalación.














Además de su función principal, la higiene personal, en su elección influyen también otros factores que tienen que ver con nuestros gustos y con el uso que se les va a dar.
El grosor de las toallas se mide en GSM, gramos por metro cuadrado. Cuanto más grosor tenga más aumenta su capacidad de absorción y su durabilidad. A partir de los 450 gr/m estamos hablando de una buena toalla. Las toallas para nuestra casa, para nuestra familia, no deberían tener menos grueso, esto nos asegurará su suavidad y confort durante muchos años de uso. Una toalla de 500 gr/m con un algodón de calidad no se rompe nunca. La cambiaremos el día que nos aburramos de verla o cuando los lavados empiecen a notarse en los colores que con el tiempo pierden fuerza y dan aspecto viejo, pero la toalla seguirá secando y tendrá la suavidad del primer día.
El segundo es un motivo importante que tiene que ver con la ecología y el medio ambiente. Las toallas de un hotel se lavan prácticamente cada día, y la cantidad de jabón agua y luz que se utiliza para su lavado en menor en caso de que sea una toalla fina, esto reduce el consumo y la cantidad jabón que se vierte a las alcantarillas, aunque la toalla seque un poco menos, en mi opinión, esta ventaja supera el inconveniente.

